Roma 2011

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jueves, 9 de diciembre de 2010

Pompeya III

1. Las casas pompeyanas

Las casas son grandes villas situadas en la ciudad, en las que se mezclan los estilos y espacios de la casa romana y griega.

Están orientadas hacia el interior y no hacia el exterior, carecen de ventanas y la luz y el aire entran por dos áreas centrales.

Son normalmente de un solo piso, normalmente con dos partes: el atrio y el peristilo.

Cada espacio esta dedicado a un solo uso, ya sea comer, dormir, reunir…



2. Distribución de una casa romana



3. La pintura

  • Primer estilo:
Destaca por su decoración de paredes revestidas de mármol, donde la pared se divide normalmente en tres bandas horizontales. La inferior juega el papel de zócalo, la zona media se descompone a su vez en diversas capas de mármol, y la superior consta de un friso corrido generalmente blanco que completa la representación.


  • Segundo estilo:
Muestra un deseo de abrir los muros a una cierta idea de la perspectiva con el propósito de ofrecer una sensación de profundidad.


  • Tercer estilo:
En esta fase desaparecen los efectos espaciales arquitectónicos, y la decoración sigue enmarcando cuadros con figuras o paisajes. Hay una menor preocupación por dar profundidad a las escenas, aumentando por el contrario los elementos de carácter decorativo.




  • Cuarto estilo:
Es una síntesis de las tendencias anteriores, dominadas por una escenografía fantástica donde se combinan los motivos imaginarios y las perspectivas arquitectónicas.





4. La Villa de los Misterios

La Villa de los Misterios es una ruina bien conservada de una villa romana. La Villa de los Misterios está considerada una villa suburbana, con una relación cercana con la ciudad, pero en las afueras de ella.  

Aunque cubierta por metros de ceniza y otro material volcánico, la villa sufrió sólo daños menores en la erupción del Vesubio, y la mayoría de sus paredes, techos, y más en particular sus frescos sobrevivieron en gran medida intactos.

triclinium

La propiedad de la Villa es desconocida, como ocurre con muchas casas privadas de la ciudad de Pompeya.

La Villa tenía bellas salas tanto para comer como para el ocio, y espacios más funcionales.

La Villa recibe su nombre por las pinturas en una habitación de la residencia. Este espacio pudo haber sido un triclinium, y está decorado con frescos del siglo I a. C.

Aunque el tema real es objeto de controversia, la interpretación más usual de las imágenes es que se trata de la iniciación de una mujer en un culto especial a Dioniso, un culto mistérico que requería ritos específicos y rituales para convertirse en miembro.


4. Otros edificios de interés

Las panaderías
En Pompeya había varias panaderías, pero una de las que mejor se conservan pertenecía a Popidius Priscus. Su local carecía de mostrador porque es probable que vendiera el pan a por mayor o a través de vendedores ambulantes. Había dos habitaciones al lado del horno que se utilizaban para el almacenamiento del pan recién horneado y como granero. Cabe destacar que en Roma, el consumo de pan se extendió a partir del siglo II a.C.



Las tabernas
Las tabernas, a diferencia de la actualidad, eran lugares donde se vendía comida caliente o bebida. Los romanos usaban estos locales cuando tenían que comer fuera de sus casas.



Las lavanderias
Eran lugares cerrados donde se lavaba la ropa como negocio. El trabajo era realizado por los esclavos pero los beneficios los obtenía el dueño de la mismo. Lo característico de la lavanderías de Pompeya es que utilizaban la orina como método de trabajo, pues el ácido elimina las manchas. Tenía tanta importancia que el emperador Vespasiano impuso un impuesto sobre ella.



Necrópolis

En Pompeya, lógicamente, habia lugar para los vivos y para los muertos. La zona del cementerio está alejada del centro urbano y es difícil localizarla si no se busca expresamente.
Las necrópolis, al igual que en todo el mundo romano, se situaban a la salida de las ciudades.
En el siglo I era costumbre cremar a los difuntos emparedando la urna con sus cenizas en una tumba o bien en el suela, señalizandolo con un mojón o una estatua.